sábado, 14 de agosto de 2010

El dolor es inevitable, el sufrimiento es una opción

Maratón es una prueba atlética de resistencia, con categoría olímpica, que consiste en correr 42.195 metros. Su origen se encuentra en la hazaña del soldado griego Filípides, quien en el año 490 a.C. murió de fatiga tras haber recorrido 40 kilómetros de Maratón a Atenas para anunciar la victoria sobre el ejército persa. Se cumplen ahora 2.500 años de esa gesta, la batalla de Maratón, y sigue siendo motivo de inspiración para todo el mundo. (Por cierto, la distancia de 42.195 metros es una distancia elegida absolutamente de forma arbitraria en Londres 1908, con salida en el mismo castillo de Windsor)
Todo maratoniano aspira a correr un día el de Atenas, el primero de todos los maratones, el original, cual Filípides cuando recorrió la mítica distancia. Cuentan que es especial la llegada al impresionante estadio Panathinaikos a pesar de episodios como el de hace unos años, cuando un tranvía atropelló a un keniano durante el recorrido ateniense.
Esta distancia, pero al revés (de Atenas a Maratón) la hizo en solitario el escritor japonés Haruki Murakami un año después de empezar a correr, en 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba en Tokio y dedicarse a escribir. Desde entonces corre todos los días, durante más o menos una hora, seis días por semana. Su mejor marca está en 3 horas y 40 minutos. Parece que el escritor practica, mientras corre, una de las máximas que menciona en su libro: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es una opción". Existe una fascinación casi fetichista alrededor del fenómeno del maratón de Atenas. Libros, documentales y testimonios personales de personajes de la cultura toman esa efemérides como fuente de inspiración. También películas como La batalla de Maratón (1959), filme dirigido por Jacques Tourneur que rememoraba la hazaña. El fondista y escritor Abel Antón, atleta soriano que consiguió el oro del maratón del Mundial de atletismo de Atenas en 1997, declaraba: "Me identificaba con Carros de fuego en los minutos previos a la carrera".

Pero es Haruki Murakami quien describe como nadie las sensaciones de la prueba en De qué hablo cuando hablo de correr. El calor sofocante ("hasta los perros se quedan tumbados a la sombra sin mover ni un músculo"), el cansancio ("alguien te advierte: es mejor que no cometas esa estupidez"), el sueño de una cerveza fría ("nada más bello que las fantasías que alberga quien ha perdido la cordura"), el sudor y la sal en el cuerpo al superar el kilómetro 35 ("ya estoy harto"), la llegada casi extenuado ("las piernas no me responden") y, a pesar de todo... las ganas de volver: "Poco después de dejar de correr, todo lo que he sufrido y todo lo miserable que me he sentido se me olvidan, y ya vuelvo a estar decidido a hacerlo mejor la próxima vez".

Al término de la aventura algunos coinciden con Murakami cuando sugiere el epitafio que le gustaría: "Al menos aguantó sin caminar hasta el final".
Como diria Fílipides al termino de su carrera y poco antes de fallecer: "Nike"; que significa VICTORIA!!!
PD: La entrada es una copia y arreglo-resumen con alguna anotación personal de un artículo de La Vanguardia, pero me parecio bien hacerlo asi esta vez. Y para celebrarlo hoy he salido a correr en solitario 21 kms en poco menos de 90 minutos; de cara a la maratón de la Challenge una cosa es segura: el dolor y el sufrimiento iran juntas de la mano!!!

1 comentario:

  1. Hola, Rafa, buen ritmo has llevado en esos 21km; muy bien, ánimo y a seguir adelante; por cierto, con tu permiso me quedo en tu blog, ¿ok?; un saludo, nos leemos.

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